La diferencia entre atinar o equivocarte al elegir entre los distintos tipos de antiojeras según la piel es evidente. Si das con el corrector de ojeras perfecto para ti, consigues un efecto natural y ocultas tus antiestéticas ojeras. Si fallas, acabas luciendo ese temido efecto ojos panda ¿Hay trucos para acertar? Los que te proponemos funcionan seguro.
Los básicos 4 tipos de antiojeras según la piel
Probablemente te has quedado sorprendida al ver la paleta de colores de los correctores que presentan las principales marcas. Del blanco, al verde, pasando por el lila o el naranja. ¡Cuidado no todos son para las ojeras!
Para empezar, elimina el blanco porque corresponde a lo que se llama “iluminador”. Su función es distinta, sirve para destacar aquellas zonas más bonitas de tu rostro o dar luz a las más hundidas. Y también hay correctores pensados para otras cubrir otros defectos como granitos, pecas, venitas o imperfecciones de la piel. Cada color se neutraliza con su complementario.
Centrándonos en el tema que nos ocupa, el de los tipos de antiojeras dependiendo de nuestra piel, la norma dice que hay que elegir el que sea un tono o dos más claro. Pero, también tienes que fijarte en que no quede muy grisáceo al aplicarlo. La siguiente comparativa puede orientarte:
- Si tu piel es muy muy pálida tienes que encontrar un corrector en tonalidades amarillentas, porque necesitas que sea muy clarito pero ya te hemos explicado que no puede ser blanco o conseguirías el efecto contrario.
- Para pieles blancas, la gama de opciones es mayor. Puedes tirar hacia tonos amarillentos o decantarte por beiges y pastel, siempre que sean gamas claras.
- Si tienes un cutis intermedio puedes aplicarte la norma general de la que habíamos hablado y elegir un tono o dos más claro. El peligro, en tu caso, es acertar con el tipo de color. Un buen truco es usar el que más se parezca al de tu maquillaje, un nivel más claro.
- Las morenas de piel se van a ver favorecidas con los correctores de ojeras de colores beige oscuro o marrón claro. Prohibido ponerse ninguno de tonalidades amarillas.
Elegir el tipo de corrector
Un consejo final. Además del color, es esencial que aciertes con el tipo de textura de tu antiojeras. Estas son las pautas:
- En barra. Comodísimo, en principio para las que tienen poco tiempo. ¡Ojo! evitar si tienes arruguitas porque, al secarse, te las marcará.
- Lápiz. Puedes elegir el grosor de la punta con el que mejor te manejes. Está indicado para repasar la zona de debajo de las pestañas.
- Pincel o crema. Es el de menor cobertura por eso es el indicado sólo para ojeras muy poco marcadas.
- Polvo. Poca cobertura y totalmente vedados para las pieles secas. De hecho, se recomiendan en cutis grasos y con granitos.
¡Escoge bien entre los diferentes tipos de antiojeras según la piel! El corrector de ojeras se habrá convertido así en tu mejor aliado, casi te parecerá mágico. No olvides que la calidad también es importante, opta siempre por los mejores.
