Los poros abiertos son uno de los principales enemigos del cutis. Las pieles grasas son las más propensas a sufrir este problema, pero eso no quiere decir que las demás queden al margen. Lo ideal es que tomes medidas preventivas para evitar su aparición, como vamos a recordarte. Y, por supuesto, te damos los mejores consejos para tratarlos una vez presentes.
La prevención de los poros abiertos
Ya adelantábamos que los poros abiertos son, básicamente, el resultado de la acumulación de un exceso de sebo, propio de las pieles grasas, que acaba obstruyendo el poro. Con el tiempo, esta materia dilata el conducto de la glándula, lo que origina los poros abiertos.
Hay otros factores que también son determinantes en la aparición de este problema, como la falta de elasticidad, consecuencia del envejecimiento de la piel. Y, por supuesto, una inadecuada rutina de belleza que no incluya una retirada diaria de los restos de maquillaje y suciedad acumulada.
Por tanto, aquí tenemos las claves para que prevengas la aparición de los poros abiertos:
- Usar cosméticos adecuados, si tu cutis es graso, para frenar en lo posible el exceso de sebo.
- Tomar medidas para mejorar la elasticidad de la piel y frenar el envejecimiento prematuro, con cremas ricas en colágeno y ácido hialurónico.
- Aplicar un protector solar a diario, ya que el sol contribuye a secar la piel, agrandar los poros e, incluso, oscurecerlos.
- No acostarte nunca sin desmaquillarse y limpiar tu cutis.
La limpieza, clave del tratamiento
Incluso si sigues todos estos consejos, no está garantizado que tus poros no acaben abriéndose. Pero, sin duda, vas a minimizar mucho su presencia. Y, además, si los tratas inmediatamente, reducirás o evitarás que el problema se agrave, dejándote cicatrices o señales en la piel, mucho más complejas de tratar.
Estos son los tres pasos que puedes aplicarte en casa para difuminar los poros abiertos y alisar tu cutis:
- Exfoliación: necesitas profundizar en la limpieza de la piel de tu rostro. Además, de tu desmaquillante y el agua con jabón que usas a diario, conviene que te realices una exfoliación una o dos veces a la semana. Así, te aseguras de retirar las células muertas y favoreces la regeneración de la piel. Existen mascarillas específicas o peeling faciales muy cómodos y efectivos para este objetivo.
- Hidratación, con una crema astringente, en el caso de pieles secas.
- Nutrición: aplica por la noche una crema nutritiva para aumentar la regeneración celular. Resultan especialmente interesantes las cremas que incluyen retinol, por su efecto de tensado y alisado de la piel.
Finalmente, para los casos más severos de poros abiertos, la solución pasa por recurrir a los profesionales y recibir un tratamiento específico. Los más efectivos son los peelings químicos, el láser, y la microdermoabrasión.
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