El uso del calor como terapia es muy usado en la fisioterapia para el tratamiento de lesiones y el alivio del dolor. Sin embargo, no hay que olvidar tampoco que sus efectos tienen también beneficios estéticos. A menudo se usa la aplicación de luz infrarroja como complemento o en combinación con otros tratamientos; como pueden ser la presoterapia o la electro estimulación.
Diversos estudios científicos avalan el poder curativo y terapéutico de la luz infrarroja cercana. Por ejemplo, en la Universidad de Ulm (Alemania) han descubierto que la luz roja altera las propiedades físicas del agua que está dentro de las células, acelerando las reacciones químicas que proporcionan energía a la misma.
Efectos de la luz infrarroja
- Analgésico: la exposición al calor infrarrojo produce una relajación muscular, aumentando su elasticidad. Disminuyen los espasmos y la fatiga muscular. La intensidad del efecto analgésico dependerá de la temperatura, el tiempo de aplicación y del paciente.
- Vasodilatación: hay un mayor flujo de sangre en la zona del tratamiento. Además, en el resto del cuerpo también se produce una dilatación de venas y arterias, y el corazón aumenta su frecuencia de bombeo.
- Disminución de la presión arterial: los vasos sanguíneos se dilatan haciendo que la tensión arterial baje.
- Reactivación celular: el calor activa los procesos metabólicos mejorando la nutrición celular.
- Disminuye la coagulación sanguínea y hay mayor aporte linfático a los tejidos. Es decir, aumentan las defensas: se reabsorben más patógenos, aumenta la acción bactericida y antiinflamatoria.
- Aumento de la temperatura superficial: puede presentarse algo de sudoración. La piel de la zona tratada aumentará su permeabilidad y se reducirá la sensibilidad de las terminaciones nerviosas.
La duración del tratamiento de termoterapia por infrarrojos varía entre los 10 y los 30 minutos, en función de la intensidad seleccionada y del efecto que se quiera lograr. El profesional deberá elegir la duración adecuada según el tratamiento y debe existir supervisión continua, porque un exceso de infrarrojo puede provocar mareos por baja tensión.
Además, no se debe usar la termoterapia cuando el paciente sufre procesos inflamatorios, contusiones en músculos y articulaciones, ni cuando hay enfermedades vasculares.
La lámpara de infrarrojos
En Material Estética puede adquirir una lámpara infrarroja equipada con una gran bombilla de 275W, para usarse en tratamientos de termoterapia.
Viene montada sobre una amplia base con ruedas, que garantiza, por un lado, su fácil desplazamiento, y por otro, estabilidad más que suficiente para que la lámpara no se caiga sobre el paciente.
Además, tiene un brazo articulado que se dobla por tres puntos. Esto permite mover y fijar la lámpara de forma fácil y segura, pudiendo alcanzar la orientación óptima para aplicar el tratamiento en la zona deseada.
Esta lámpara, al igual que todos los productos de materialestetica.com, cuenta con todas las garantías y cumple con las directivas de la Comunidad Europea.
Su uso es realmente sencillo. Solo tiene dos interruptores: uno para apagar y encender el aparato y otro para regular la intensidad de la luz. Después de finalizar cada tratamiento se recomienda poner el interruptor de intensidad en el mínimo, para dejarlo preparado para el próximo tratamiento y evitar cualquier riesgo.
No toque la bombilla durante el tratamiento o después del mismo (hasta media hora después) para evitar quemaduras, ya que la bombilla alcanza altas temperaturas. Si necesita mover la lámpara, primero desenchúfela y luego agárrela por la parte inferior.
Además, también se pueden aplicar tratamientos de termoterapia usando vapor, como le contamos en el artículo “Vaporizador de Ozono para Tratamientos de Estética“.
