La vaporización es una técnica que consiste en la utilización de vapor como instrumento. Aplicada a la estética, puede convertirse en lo que acabe dejando la piel reluciente. Este vapor tiene como base el ozono y cada vez es más buscado por los clientes. Ser capaces de dar este tratamiento garantizará que se está a la vanguardia de la tecnología implicada en la estética.
La vaporización con ozono: sus beneficios clave
Esta técnica, generalmente, se utiliza en la piel de la cara por los siguientes motivos.
- Abre los poros. La vaporización puede usarse como preparación para un tratamiento de limpieza de puntos negros y otras imperfecciones faciales. Este procedimiento generalmente se realiza con la ayuda de paños, agua caliente y vapor de ese agua a alta temperatura, pero con el ozono se realiza mucho más rápido y requiere menos trabajo y esfuerzo. Las sesiones así serán más veloces y eficientes. Es especialmente indicado para aquellas personas que tengan puntos negros en la nariz y las bandas no se los quiten.
- Limpia la piel. Al ser parte del proceso de abrir los poros, también ayuda a que la suciedad del resto de la cara en general salga de esos poros sin tener que hacer fuerza. El tratamiento se puede aplicar tanto en caliente como en frío, por lo que además puede utilizarse también para finalizar el procedimiento.
- La suaviza. El ozono acaba con la descamación de la piel y todas las células muertas. Esto causa que la piel quede tersa y preparada para otros procedimientos estéticos de hidratación y cuidados. Siempre hay que trabajar con una buena base para que a las capas más profundas de la dermis lleguen todas las propiedades de los extractos de las plantas con las que se formulan los productos.
- Higieniza la tez. Se ha demostrado que el ozono acaba con una gran cantidad de bacterias que tengamos en la piel. Al fin y al cabo, el ozono es mucho oxígeno concentrado. Generalmente, aquellas que son beneficiosas para la piel resisten.
- Reactiva la circulación sanguínea. Solo con este tratamiento se consigue rejuvenecer la piel y reactivarla. Esto ocurre porque se oxigena la zona.
En qué consiste exactamente la vaporización
Una sesión de vaporización requiere de una máquina para crear esa nube de ozono que llegue a la piel de la cara. La persona deberá estar tumbada y con los ojos cerrados. Deberá permanecer así mientras se lo indique la esteticista. Sobre la cara suele hacerse un ciclo de 5 a 10 minutos. Sobre el cuerpo puede ser más largo, de unos 15.
Uno de estos tratamientos completos suele hacerse a lo largo de varios días seguidos. Sin llegar a la semana. Después se estaría un largo periodo sin él. A partir de ese momento, la vaporización sería tan solo como mantenimiento de la piel una vez al mes o complementando otros tratamientos.
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