4 funciones de un vaporizador facial a tener en cuenta

Aunque te suene como algo muy moderno, las saunas faciales ya se practicaban en la Roma antigua. Eso sí, estas 4 funciones de un vaporizador facial a tener en cuenta demuestran cómo hemos mejorado la técnica. ¡Uno de los imprescindibles de tu centro de estética!

Un vaporizador facial es la mejor herramienta para eliminar las impurezas de la piel. Por tanto, el primer paso obligatorio para optimizar los resultados de cualquier tratamiento que apliquemos al rostro. Con ventajas añadidas sobre otros métodos para la limpieza del cutis.

1. La comodidad indiscutible de un vaporizador facial

Sí, hemos dicho que el uso del vapor para limpiar el rostro no es un invento actual. Pero, ¿te imaginas calentando agua en una olla y acercando tu cara, con la cabeza tapada por una toalla? A parte del riesgo de irritación porque no hay forma de controlar la temperatura, ¡vaya complicación!

Con un vaporizador facial, tus clientas están cómodamente tumbadas en la camilla mientras reciben el tratamiento. Estos modernos aparatos son portátiles e incorporan un brazo regulable para que facilitarte su uso.

2. Proporciona una limpieza más profunda

La base de este tratamiento es clara, los poros de la piel se abren al exponerlos a una fuente de calor. La explicación científica es que ese aumento de temperatura pone en marcha el mecanismo de autoregulación de nuestro cuerpo.

Este proceso se desarrolla de una forma más completa al usar un vaporizador facial, porque el vapor que produce es más fino y puede penetrar en las capas más profundas de la piel. Existen modelos que incorporan led y lupas de gran aumento que te ayudan a visibilizar mejor la zona de trabajo.

3. La función relajante de un vaporizador facial

Porque no todas las ventajas tienen que valorarse teniendo en cuenta los resultados. La eficacia de un vaporizador facial está ya demostrada, toca ahora fijarnos en otros beneficios que nos proporciona. Aquí, sin duda, hay que destacar el efecto relajante de esta técnica.

De hecho, es interesante recordar que no deja de tratarse de una sauna, en este caso, concentrada en el rostro. Sin embargo, el bienestar se siente en todo el cuerpo y mente. Para potenciarlo, prueba a combinarlo con la aromaterapia. Hasta los modelos más básicos incorporan esencieros para que viertas aceites esenciales que perfumen los vapores.

4. Mejora el flujo sanguíneo y la regeneración celular

Ese mecanismo de termorregulación corporal que antes citábamos implica no sólo una dilatación de los poros de la piel. Conlleva, también, la de los vasos sanguíneos y, como consecuencia, una mejor circulación de la sangre. En esta línea, un vaporizador facial con regulación frío/calor es una herramienta aún más completa.

Pero, todavía hay más. Porque esa mayor oxigenación de la sangre y más aporte de nutrientes facilita que los procesos celulares sean más efectivos, entre otros, la producción natural de colágeno tan beneficiosa para nuestra piel.

Indiscutibles los beneficios que estas 4 funciones de un vaporizador facial a tener en cuenta aportan al cuidado del cutis. En MaterialEstética apostamos por la tecnología más avanzada y eficaz. ¡No te conformes con menos!