Tipos de limas para uñas | Para qué sirve cada una

Existen muchísimos tipos diferentes de limas para uñas. Conocer cuáles son sus diferencias y para qué sirve cada tipo te ayudará no solamente a limarte las uñas según la forma que prefieras, sino también a cuidarlas para que tu manicura dure mucho más tiempo. Hay diferentes maneras de clasificar las limas para uñas; hoy te contamos cuáles son los principales tipos en función de su forma, su grosor y su material.

Tipos de limas para uñas en función de la forma

Estos son los principales tipos de limas para uñas que existen en función de su forma, y sus usos más habituales:

Limas rectas: suelen usarse para dar forma a la uña y a sus bordes.
Limas curvas o “banana”: es un tipo de lima para uñas muy cómoda gracias a su forma curvada. Se suelen utilizar para limar la superficie de las uñas, aunque también sirven para darles forma. De hecho, diferentes tipos de limas para uñas pueden tener varias funciones y, normalmente, escoger una forma u otra dependerá de nuestras preferencias personales.
Limas media luna: las limas media luna tienen una forma recta en uno de los lados y una forma curvada en el otro, por lo que sirven tanto para dar forma a las uñas como para perfeccionar el acabado.
Bloques: lo más habitual es que los bloques, o limas en taco, cuenten con 4 o 6 caras que tienen diferentes granos, por lo que cumplen diferentes funciones como limar, pulir, dar brillo…
Limas acolchadas: suelen utilizarse para conseguir un buen acabado y preparar la superficie para el esmaltado.

Tipos de limas en función de su grosor

Otra forma de clasificar las limas para uñas es en función de su grosor o grano. El número indica la cantidad de granos por centímetro cuadrado de la lima, por lo que, cuanto mayor sea el número, el grano será más fino y suave. Estos ejemplos te ayudarán a escoger el mejor tipo de lima para tus uñas en función de su grosor:

Las limas con un grosor de 80, 100 o 120 son las que tienen el grano más grueso, y no es recomendable utilizarlas sobre la uña natural. Suelen emplearse para limar uñas acrílicas o de gel.
Las limas para uñas con un grosor de 150 o 180 son las que suelen utilizarse para rebajar las uñas. Concretamente, las limas de grano 180 son las más habituales.
Las que tienen un grosor de 240 se emplean, normalmente, para pulir y para conseguir el acabado final.
Los granos más finos son los de 400 y 1200, los cuales se utilizan para dar brillo a las uñas.

Materiales de las limas

Por último, podemos clasificar las limas para uñas en función de los siguientes materiales:

Limas de cartón o de madera: están recubiertas con un papel de lima y son las más habituales. Aunque son las más básicas, son muy prácticas para llevar en el bolso.
Limas de cristal: son muy duraderas, fáciles de esterilizar y de uso profesional.
Limas de metal: a menudo se utilizan para repasar las cutículas.

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