La mascarilla facial es uno de los productos de cosmética facial más usado en las rutinas de belleza, ya que consigue resultados inmediatos y, desde luego, extraordinarios. La mascarilla facial –reconozcámoslo- nos encanta: sus olores, sus texturas, colores, variedad… Pero, sobre todo, nos gusta tanto porque su alta concentración de principios activos permite purificar, hidratar y regenerar la piel, luciendo así un rostro sano y limpio. ¡Hoy te contamos todo sobre este producto estrella!
La mascarilla facial: ¿cuál elegir?
Dedicarnos 10-15 minutos al día para nosotras puede parecen poco tiempo. Pero, a la hora de la verdad, muchas vamos siempre con el tiempo justo y ni eso podemos permitirnos. No obstante, es de gran importancia que, al menos una vez por semana, podamos dedicarnos este tiempo para nutrir en profundidad nuestra piel con una mascarilla. En nuestra rutina de belleza diaria no nos faltan tónicos, sérums y todo tipo de cremas. Sin embargo -y al igual que nuestro organismo-, en ocasiones la dermis pide a gritos un extra ‘vitamínico’. Y aquí es donde entran en juego las mascarillas.
Y gracias al avance en la cosmética que tenemos a día de hoy, existen muchos tipos de mascarillas. Veamos cuáles:
- Mascarilla de arcilla: existen varias clases, aunque la mejor es la mascarilla arcilla rosa. Se trata de una mascarilla facial que barre impurezas, toxinas y excesos de sebo mediante un efecto exfoliante suave. Paralelamente, hidrata los poros, aporta minerales que revitalizan la dermis y estimula la circulación. Por su poder astringente, resulta ser una mascarilla ideal para pieles grasas. Se aplica con las manos o con una brocha y se retira a los 15 o 20 minutos con abundante agua tibia o con una esponja húmeda.
- Crema: la mascarilla facial en crema es la más popular. De textura ligera y untuosa, es la que aporta mayor cantidad de nutrientes, favoreciendo una penetración intensa en la dermis. Sienta fenomenal a las pieles secas, pues deja el rostro profundamente hidratado. Además, con ella, tu cutis se verá revitalizado, terso y luminoso. Déjala actuar unos 15 minutos y retírala con agua abundante.
- Mascarilla peel-off: reina absoluta de la cosmética en redes sociales, esta mascarilla facial consiste en un gel que se aplica sobre el rostro formando una fina capa de gelatina. Se quita –transcurrido el tiempo que indica el fabricante- como si se tratara de una segunda piel. Está específicamente formulada para eliminar impurezas, células muertas y puntos negros en cutis mixtos y grasos. Para un resultado ‘top’, recomendamos un baño de vapor previo para abrir bien los poros.
- Velo: tanto por la influencia del mercado asiático como por su comodidad de uso, este tipo de mascarilla facial está arrasando. Se trata de un tejido impregnado en una gran cantidad de principios activos que acaban siendo completamente absorbidos por la piel. No necesita aclarado y se adapta a las necesidades específicas de cada rostro: hidratar, nutrir, purificar, relajar, minimizar arrugas o aportar luminosidad. Además, al presentarse en formato monodosis, son muy económicas, por lo que podemos probar diferentes tipos hasta dar con la que más nos convenga.
Beneficios de las mascarillas faciales
- Limpia en profundidad. Gracias al efecto détox de la mascarilla facial, limpia en profundidad el rostro: limpia los poros y elimina las células muertas, dejando una piel más lisa y purificada.
- Hidratación máxima. Tanto para las pieles secas, como para las mixtas o sensibles, la hidratación es imprescindible. Y no hay mejor manera de hidratar en profundidad que con una buena mascarilla facial, ya que, además de hidratar, suelen evitar la pérdida de humedad. Los agentes hidratantes penetran en la epidermis para suavizarla y mejorar su elasticidad.
- Disminuyen las arrugas de expresión. Aunque no son milagrosas, las mascarillas faciales pueden ayudarnos a que la piel se vea más joven y redensificada, alineando las finas líneas de expresión.
- Iluminan el rostro. La aportación de hidratación extra que ofrecen, consiguen, además, aportar al rostro un brillo y jugosidad que con el tiempo la piel va perdiendo.
La mascarilla facial está en pleno ‘boom’, porque, como hemos visto, ofrece resultados instantáneos, efectivos y visibles. Además, se adecúa a todo tipo de pieles y presupuestos. Tanto si quieres iniciarte en este hábito como profundizar en él, contamos con las mejores marcas. ¡Llámanos y te asesoraremos!